Quién soy

El Olivar de Albarizas es un sueño hecho realidad. El sueño de su propietaria: vivir en el campo, en su tierra, rodeada de naturaleza y de sus animales.

 

Por eso hace ya más de 5 años que pensé en la posibilidad de montar una casa rural. Tras un intenso año de búsqueda, encontré una finca de olivos -uno de mis árboles preferidos- junto a una balsa de agua -el embalse de gasset-.

 

Un enclave perfecto, en el Campo de Calatrava -mi campo natal- pero lindando con los Montes; entre las Tablas de Daimiel y el Parque Nacional de Cabañeros; entre la Mancha Húmeda y esa reproducción en miniatura del Serengeti que es la Raña. Había encontrado mi lugar en el mundo. Sólo quedaba conseguirlo.

 

La de los bancos no fue una guerra fácil pero, finalmente, 10 meses más tarde de nuestro primer encuentro, regresaba a ese olivar, en el sitio de Albarizas, con un trozo de papel que me nombraba increíblemente propietaria de ese pequeño paraíso. Sólo quedaba hacerlo mío.

 

Y en eso llevo ya más de 3 años. El Olivar es un reflejo de lo que soy, diversa, ecléctica, mestiza, no de naturaleza pero sí de espíritu. Así es también El Olivar de Albarizas: una combinación entre lo rústico y lo actual, el blanco y el color, lo local y lo foráneo, con una sola constante: la naturaleza como entorno y la naturalidad como actitud. Ahora sólo queda aportarle vida y experiencias con todos vosotros.

 

Bienvenidos a nuestro mestizaje, bienvenidos a vuestra casa.

 

 

Junio de 2013